sábado, 8 de febrero de 2025

Postales y reflexiones del sábado 8/2/2025


Les acerco, este sábado, una muy emotiva fotografía del ayer extraída con mi cámara el viernes 27 de abril de 2012. ¿El escenario?: los altos del taller electromecánico de Oscar Tisé, en la esquina de Diógenes Hernández y Maestro García. En dicho sitio aún confluye un nutrido grupo de amigos, cuyos asados –bien lo sabemos– son antológicos. Rostros populares. Vecinos que mucho estimamos; entre ellos, algunos dilectos personajes que ya no nos acompañan en este periplo terrenal, lamentablemente.
Reminiscencia gráfica rescatada de mi archivo personal, en escala de grises, que he deseado compartir con ustedes en este inicio de un cálido fin de semana en la región; espero que haya conquistado sus sentidos. 

NOTAS DE LA FECHA 
Hoy es el Día Mundial del Cine (segundo sábado del mes) y el Día del Nirvana.
En una fecha como ésta cumplen años John Williams (93), compositor estadounidense; Nick Nolte (84), actor, modelo y productor estadounidense; Florinda Meza (76, imagen adjunta), actriz y comediante mexicana; Mary Steenburgen (72), actriz británica; Mauricio Macri (66), empresario argentino, expresidente de la Nación; Hristo Stoichkov (59), exfutbolista búlgaro; Fanny Lu (Fanny Lucía Martínez Buenaventura, 52), actriz y cantante colombiana; David “Phoenix” Farrell (48), bajista estadounidense de la banda Linkin Park; Joshua Kimmich (30), futbolista alemán; Kathryn Newton (28), actriz estadounidense; Marash Kumbulla (25), futbolista italiano, y Filippo Terracciano (22), futbolista italiano.
Además, el 8 de febrero de 1692, en Salem (Massachusetts, Estados Unidos), un médico sugería que dos chicas del pueblo “podrían ser brujas”, liderando lo que sería llamado los juicios de las brujas de Salem. En 1785 nació el militar argentino Martín Miguel de Güemes. En 1910, en Estados Unidos, William D. Boyce fundaba los Boys Scouts. En 1923 vino al mundo Alfonso Aragón Bermúdez, mejor conocido como Fofó, payaso español extinto en 1976, integrante del icónico grupo Los Payasos de la Tele junto a Gaby y Miliki. En 2012 murió Luis Alberto Spinetta; “el Flaco” fundó grupos como Almendra, Pescado Rabioso, Spinetta Jade y Spinetta y los Socios del Desierto. En 2019, en Río de Janeiro (Brasil), ocurrió el trágico Incendio de Ninho do Urubu, en el cual perdieron la vida diez futbolistas juveniles del club Flamengo. Y en 2023 pereció Burt Bacharach, célebre compositor, productor y cantante estadounidense nacido en 1928.
En el Santoral Católico es santa Cointa, san Esteban de Muret, san Pablo de Verdún, santa Josefina Bakhita y san Jerónimo Emiliani. Signo zodiacal vigente (hasta el 19 del corriente, inclusive): acuario. Restan 326 días para concluir el año. 



LA POSTAL CIUDADANA
La postal de Leones que aquí vemos fue extraída en la encrucijada de las calles San Jorge y Laprida, en el sector oriental de la Capital Nacional del Trigo. ¡Saludos a esta apreciada barriada, en la cual poseo un nutrido número de amistades!... 

RENUEVAN SUS EDADES HOY
Este sábado 8 cumplen años los siguientes amigos, presentes en las redes sociales y en la vida cotidiana:
  • Daniel Giorgis 
  • Carlos Martín Frontera 
  • Santiago Pucciarelli 
  • Sandra Caneri 
  • Candela Valinotti 
  • Germán Ruiz Díaz 
  • Guillermo Carlos Brusasca 
  • Federico Paccaossi 
  • Gloria Francucci
¡Que disfruten de vuestro día!...

GUARDIANES DE MIS EMOCIONES FÍLMICAS 
Cuando el viento de la nostalgia sopla con suavidad sobre las calles de Leones, emergen de la penumbra del ayer dos templos de ensueño que marcaron a fuego la infancia de muchos, aun la mía: el Cine Teatro Empire y el de la Sociedad Italiana, ambos situados en la Avenida del Libertador, a un par de cuadras entre sí. Corrían tiempos en los que la magia no llegaba en pantallas diminutas ni se consumía en la palma de las manos; se vivía en comunidad, con el corazón palpitante y la mirada encendida por el resplandor del estridente proyector, escondido detrás de unos pequeños cuadraditos de cristal, allí en lo alto. 
El cine de la Sociedad Italiana, con su marquesina iluminada y su olor inconfundible a butacas de madera y celuloide, era la promesa de un viaje a otros mundos. No importaba el día ni la estación del año: cuando sus puertas se abrían, prácticamente todo el pueblo convergía en una misma emoción. Las matinés de los domingos eran una fiesta para los pequeños, donde héroes y villanos, amores imposibles y aventuras sin fin nos arrebataban de la realidad y nos sumergían en historias que aún resuenan en el alma. El Empire guardaba ese aire solemne y elegante de los viejos teatros, donde la platea se colmaba de espectadores ansiosos por perderse entre los pliegues de la pantalla y los “gallineros” laterales se poblaban de enamorados. Allí, las risas y los suspiros se compartían como un ritual sagrado, mientras la luz parpadeante del proyector trazaba sombras titilantes en los rostros difusos por una extraña mezcla de brumas y silencios. ¿Cuántas travesuras se habrán generado entre las sombras de la proyección y los consecuentes conflictos con el sufriente acomodador? ¿Cuántos romances habrán prorrumpido bajo la penumbra de sus salas? ¿Cuántas ilusiones se habrán forjado entre los fotogramas de historias legendarias y dulces fantasías? 
Aquellos espacios culturales han sido más que simples edificios: se erigieron en portales a la aventura, guardianes de emociones, escenarios de sueños compartidos. Me atrevo a confesar que, por culpa de ambos, he fantaseado con ser director de grandes filmes estampados en sus pantallas, interés que se disolvió rápidamente con los embates de mis realidades. Hoy, las paredes que un día remoto vibraron con carcajadas y aplausos albergan otras realidades; no obstante, en las memorias de quienes los visitaron y vivieron, el Empire y la sala de la Sociedad Italiana continúan impulsando en las pantallas –en un bucle incansable– aquellas clásicas películas que marcaron épocas doradas. 
En un instante de paz mental, este sabatino Día Mundial del Cine, sin más compañía que mi soledad, cerraré los ojos por un instante, me ubicaré en una de aquellas míticas salas y reviviré alguna de aquellas cintas, resplandecientes aún en mis fantásticas evocaciones de niño soñador... 

DICHO VIEJUNO 
El tiempo pone a cada uno en su propio lugar: a la reina en su trono y al payaso en su propio circo.

UN PASEO POR LA CIUDAD 
Caminar por la ciudad es como hojear un álbum de memorias que nunca pierde su encanto. Esquinas que guardan el eco de risas antiguas, las aceras que garabatean un verso en el poema de los años idos. Sus calles, como venas de un cuerpo que tarde con historia, nos llevan por un periplo donde el ayer y el hoy se dan la mano. A veces, la brisa trae consigo los murmullos de quienes ya no están, pero que alguna vez dejaron su estampa en el hormigón herido por el peso del tiempo. Otras veces, el aroma de un viejo café nos devuelve, por un instante, a aquellas tardes en las que la vida parecía ir más despacio. Las vidrieras han cambiado, los rostros son otros, pero el alma de la ciudad sigue siendo la misma, fiel a quienes aprendimos a amarla en cada paso. Y así seguimos, caminándola con el corazón abierto, sintiendo que, aunque pasen los años, siempre es un placer intentar echar a volar el barrilete de los sueños.

LUCES Y SOMBRAS
Todos ansiamos los momentos felices, esos instantes en los que la vida nos sonríe y cualquier cosa parece estar en su lugar. Nos aferramos a ellos como náufragos a una mísera tabla flotando en el enorme océano, intentando prolongarlos, atraparlos en fotografías, en recuerdos, en promesas de que volverán. Pero cuando llega el caos, cuando la decadencia asoma con su aliento frío, la mayoría huye. Se cierra puertas, se baja la mirada, se cambia de tema.
Sin embargo, el caos también es parte del viaje. Es en la tormenta donde aprendemos a remar, en la caída donde entendemos la importancia del equilibrio. La decadencia, por amarga que sea, nos recuerda que todo es cíclico, que lo que hoy se derrumba mañana puede renacer con otra forma, con otra fuerza. No se trata de amar la adversidad, sino de aceptarla sin pánico, de comprender que los días grises igualmente construyen nuestro andar. Porque quien solo persigue la luz y se niega a ver la sombra, tarde o temprano se encontrará perdido cuando el sol se esconda. Y en la vida, más que huir del caos, hay que aprender a bailar en medio de él. ¿No es así?

CUESTIONES 
Cuando las cosas salgan bien, ¡por favor!, no se ubique un escalón más alto en el podio respecto a los demás. Cuando lo que haga le salga mal ¡tampoco crea ser el peor de todos! Nunca se crea “más”, ni se crea “menos”, ni tampoco se compare con los otros, pues usted es único e irrepetible. No se infle ni se agrande ante los elogios. Por nada del mundo se deprima ni se desanime ante las críticas que pudiesen arrostrarle. ¡Todo es relativo!... Eso sí: jamás decaiga y siga adelante en lo que lleva a cabo –cueste lo que cueste– si supone que el rumbo adoptado es el correcto.

TENGÁMOSLO MUY EN CUENTA 
Si está conduciendo un vehículo, sea en cuatro o dos ruedas, por favor: ¡evite el uso del teléfono celular! Quisiera poner en boga el siguiente consejo: “Cuando manejás, el mensaje puede esperar; ¿tu vida y la de los demás?, no”. Evitemos desagradables desenlaces a los que, luego, terminamos culpando “al destino”. Y no es así.

PARA CONCLUIR, UNA FRASE CÉLEBRE… 
“Cuando cambias la forma en que miras las cosas, las cosas que miras cambian”. De Wayne Dyer. ¿Les gustó? ¡Hermosa jornada! Nos reencontraremos mañana, si Dios ha de querer…

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